Uno no se hace millonario de la noche a la mañana.
Es un proceso que conlleva una exhaustiva planificación y una precisa diagramación del presupuesto mensual. Y los más ricos son muchas veces aquellos que tienen la habilidad de construir un rascacielos a partir de un solo ladrillo, aprovechando cualquier recurso para invertirlo y transformarlo en algo más grande.
Y con la escasez de una cultura del ahorro y la inversión, acá le acercamos ocho maneras de avanzar hacia un futuro financiero tranquilo.
Maneje su caja en base a un presupuesto anual
Se convirtieron en millonarios haciendo presupuestos y controlando los gastos y se mantienen millonarios de la misma manera. La mayoría de ellos utiliza presupuestos para controlar sus gastos. Aquellos que no lo hacen, tienen una regla muy clara: de sus ingresos, el 20% es para invertir y el resto se gasta. Disciplina por sobre todas las cosas.
Si bien parte del secreto de ser millonario es lograr buenos ingresos, la otra es no gastarlos. La estrategia tiene dos pasos: la ofensiva (los ingresos) y la defensiva (los egresos). Los millonarios se vuelcan en forma masiva a la segunda y eso implica presupuestar y planificar.
¿Alguna vez prestó atención a las personas que corren todos los días? Generalmente son aquellas que parecen no necesitarlo. Eso es, justamente, porque están en forma. Aquellos que son ricos trabajan para permanecer en estado, financieramente hablando. Pero aquellos que no lo están no hacen nada para cambiar su estatus.
La mayoría quiere estar en forma físicamente y conoce lo necesario para lograrlo. A pesar de esto, pocos lo alcanzan. Eso es porque no cuentan con la disciplina suficiente. No presupuestan el tiempo de tal forma para poder lograrlo. Es como convertirse en rico. Tal vez haga muy bien la parte ofensiva, logre muy buenos ingresos. Pero si juega mal, la defensa nunca llegará a ello. El tiempo que le dedica a planificar y presupuestar se transforma en riqueza.
Sepa con exactitud cuánto gasta su familia
La mayoría de las personas que no son ricas no lo son porque no ven ningún valor en esto. Pero los que quisieran alcanzar este objetivo, deben planificar y diagramar con cuidado sus ingresos y gastos, algo directamente relacionado con la posibilidad de lograrlo. Organizar los gastos ayuda a controlarlos y a que no haya desvíos en el plan.
Arme una grilla clara de objetivos diarios, semanales, mensuales, anuales y de vida
Según un estudio publicado en el libro “The Millonaire Next Door”, el 75% de los millonarios le da mucha importancia a los objetivos, pues ellos permiten mantener el foco y no distraerse.
Dedíquele mucho tiempo a la organización y planificación de su futuro financiero
Si bien los millonarios tienen cierta experiencia en inversiones, le dedican muchas horas al esfuerzo de mejorar en ese aspecto. Ésa es una de las principales causas de por qué se mantienen ricos. Por otro lado, van más atentos por la vida y saben aprovechar oportunidades. Otras personas tienen la posibilidad de hacerlo frente a sus narices y no la utilizan.
Un ejemplo de esto es un vendedor profesional que tuvo a Wal Mart como cliente por más de diez años. Todo este tiempo la empresa no paró de crecer. ¿Cuántas acciones compró de la compañía? Ninguna, a pesar de tener una visión de primera mano de su crecimiento y muy buenos ingresos.
Otro caso es el de un gerente de marketing empleado en la industria de la tecnología. Nunca invirtió ni un dólar en Microsoft ni en una firma relacionada. Esto, a pesar de que trabajaba cerca de la empresa y sabía cómo le estaba yendo.
Finalmente, otro ejemplo es el dueño de una imprenta que tenía como cliente a una fábrica de cervezas que le compraba millones en impresiones por año. ¿Cuánto invirtió el dueño en esta firma? Nada. Estas personas podrían haber hecho muy buenos negocios pero no los aprovecharon.
Invierta en acciones en forma pasiva, por lo menos una parte de su portafolio
Los estudios sobre los millonarios coinciden en descubrir que la mayoría de ellos invierte en acciones a largo plazo. Es decir, detectan empresas con altas perspectivas de crecimiento y las mantienen por muchos años.
Así, la cantidad de tiempo que guardan una acción es la siguiente: pocos días (1%), pocas semanas (1%), unos meses (7%), menos de un año (9%), uno a dos años (20%), dos a cuatro años (25%), cuatro a seis años (13%), más de seis años (42%).
La mayoría de los millonarios son pasivos, no activos. No gastan plata en comisiones.
Dedíquele un mínimo de 20 horas mensuales a sus finanzas e inversiones personales
Los millonarios le dedican mucho más tiempo al manejo de sus finanzas personales que aquellos que no lo son. La cantidad de horas que les dedican son la mejor inversión que realizan. En promedio, ellos utilizan 20 horas por mes al manejo de estos temas. Los demás, no más de cuatro.
Aprenda a invertir su dinero por su cuenta
Hasta el mejor asesor no va a manejar sus inversiones mejor que usted. La primera y mejor inversión que puede hacer es capacitarse para el manejo de su dinero. Esto queda claro en la siguiente historia de dos tipos de inversores con enfoques diferentes sobre el tema.
Pedro es el responsable de tomar las decisiones de inversión de su familia. Abrió, para ello, cuatro cuentas de inversión en cuatro brokers diferentes, a pesar de tener menos de US$ 20 mil dólares en acciones.
¿Por qué tomó esta decisión? Porque piensa, incorrectamente, que de esta manera no tendrá que tomar decisiones de inversión, sus asesores lo harán por él. Esto lo hace a pesar de saber que los expertos no son tan expertos.
Estimamos que Pedro gasta US$ 3.500 al año para administrar su portafolio, mal manejado. Ese dinero lo gasta en las comisiones que paga a sus brokers a la hora de comprar y vender acciones.
Por otro lado, Juan, en el mismo período no gastó plata en comisiones ni en el pago de asesores financieros. Él es su propio asesor financiero. Raramente vende papeles. Aparte, invierte en proyectos relacionados con el campo y para eso no gasta nada.
Generalmente, Pedro es uno de los últimos en entrar a un mercado alcista y uno de los primeros en salir. Juan tiene el tiempo y la energía para investigar sus propias inversiones. Consulta, lógicamente, con asesores financieros, pero él toma la decisión final.