Los 4 pilares de las Finanzas Personales

Finanzas Personales
El cuidado del dinero no es sólo para los que tienen doctorados en finanzas.

El disfrute del dinero no es sólo para quienes lo tienen ‘de sobra’. El dinero no hace feliz a nadie, sólo al que no sabe qué le da felicidad.

Bien dijo Dolly Parton “It’s amazing how healing money can be” (Es impresionante lo que el dinero puede curar). El dinero permite disfrutar la vida a quienes entienden los cuatro pilares de las finanzas personales y el concepto de establecer metas.

Los cuatro pilares son: el ahorro, el crédito, la inversión y la protección.

Del dinero que ganas debes ahorrar una parte (según expertos el 10%), pero ponerlo debajo del colchón no te va ayudar en mucho (por la inflación), así que lo tienes que invertir. Este segundo pilar es más complejo pues requiere de decisiones de plazos y riesgos, pero dos conceptos básicos ayudan: 1) diversificar, 2) a más riesgo más rendimiento. El crédito, por su parte, funciona como herramienta (aquí escribí algo al respecto: El crédito y la cuerda (son los mismo)) para conseguir lo que no podemos adquirir en efectivo. No hay que olvidar que es un arma de doble filo si no se sabe utilizar. Finalmente, la protección es el elemento que nos permite que todo lo demás funcione aunque llegue un improvisto. Si tienes un accidente automovilístico y no tienes seguro, dile adiós al ahorro o inversión y ten cuidado con el incremento de deudas.

Nada de esto sirve si no sabemos qué queremos hacer con el dinero que queremos tener. Entonces, hay que establecer metas a corto, mediano y largo plazo.

La relación con el dinero puede ser una pesadilla pero creo que el secreto es no caer en extremos. Sí, se puede ahorrar uno 3,600 pesos si se deja de comprar café en la cafetería, pero esto sólo es válido si para ti este café no trae consigo rendimientos mayores a los 3,600 pesos. Por ejemplo: si estar en la cafetería de la oficina a las 10 de la mañana todos los días te permite convivir con tu jefe, eso podría resultar en una promoción. No recortes el café. Si comprarlo te da el placer más grande de tu día porque ves al compañero de oficina que te provoca mariposas en el estómago, quizá tampoco valga la pena dejar de comprarlo (yo recortaría el café a una actividad de un día sí y otro no). El punto es no abusar.

Entonces, no ahorres con gastos que te pueden ayudar a crecer. Invierte en herramientas que te permitan estar tranquilo. Más vale ganar un rendimiento igual a la inflación, que no poder dormir porque no sabes cómo va a amanecer la Bolsa en Japón mañana.

Usa el crédito para tener objetos o experiencias que te hagan disfrutar la vida, sin caer en el sufrimiento de no poder pagarlas porque te endeudaste más del 30% de tus ingresos mensuales. Y protégete a ti y a los tuyos para que si pasa algo, no tengas que olvidarte de un retiro digno, porque no previniste.

Fuente: CNNExpansión